lunes, 1 de noviembre de 2010

Elena, Lunes de noviembre




Hoy seis horas en el local, el ahogo, y ahora, en casa, el alivio. Qué bueno es el deporte. En la clase de tenis pensar que me moría, maldecir a Hernán por no darse cuenta de que me estaba provocando un infarto y exigirme. Aunque hoy me miraba raro y no exigió tanto… ¿me vería pálida? Me dijo se te ve cansada, encima eso… el chico siempre me dice alguna cosita y yo revivo como la flor después de la lluvia.
Pero hoy me vio cansada.
¿Qué pasa conmigo y ese lugar, ese trabajo? ¿Es un problema de adaptación? Es que está el aire tan enrarecido o yo soy una esponja que ya no sirve?
Soy una esponja llena de aire enrarecido, los alvéolos ya no tienen fuerza para desalojarlo.
Tomo un Nesquick frío, el néctar bendito de mi niñez… llegar a casa de la escuela con calor y prepararlo, más adelante, adolescentes en una quinta, mojados y agitados, con los dedos y los talones en carne viva y los ojos llenos de cloro. Bajo un techo de paja con la cola mojada marcando los bancos de madera reseca.
Vuelve la angustia y vuelve el peso en el pecho, un pensamiento inquietante y ahí está, preparado en el inconciente que lo resguarda para atacar. Y ataca, pecho y garganta, como si tuviera el corazón agrandado hacia arriba y me empezara a ahorcar, el abuelo tenía el corazón agrandado, creo.
De repente creo que voy a morir y tengo miedo, sospecho que esta sensación se debe a la angustia, miedo y stress y que estoy hipocondríaca , sí, todo eso. ¿Y qué hago con eso? ¿Y si estoy realmente enferma del corazón y estoy negando mi grave enfermedad?
“Hacía unos días que se estaba sintiendo mal y le agarró un ataque y se murió, nomás”
Y bueno, morir, y por qué tanto miedo? Por la belleza de la vida, por eso.
Dios mío, ayudame, tengo miedo.
Me acuerdo de un cuadrito que tenía cuando era chica colgado al lado de la cama, era un objeto bastante kitsch pensándolo bien, era un óvalo con marco de plástico simulando metal dorado formando arabescos, y en el centro un dibujo sobre raso acolchado, una pintura antigua estampada en la tela.
Había una nena y un nene al lado de un precipicio, creo, (porque lo veo algo borroso por el tiempo) y junto a ellos, un ángel, pero no un querubín sino un ángel adulto con rizos y túnica blanca y alas. Los estaba cuidando para que no cayeran.
Ahora quisiera ser una nena, custodiada por ese ángel, para apoyarme en el pecho de túnica blanca y apretarme, y llorar mis lágrimas de nena y que me tape con sus alas.
Mamá tengo miedo.
Continuará

sábado, 9 de octubre de 2010

Juan, llegando a la sierra


-Tomá, acá tenés las entradas para ir al Bafici, vayan con Cecilia, yo salgo ya para Yacanto, mi hermana se descompuso de nuevo y está en la clínica, pero vayan a ver las pelis que deben estar buenas y después andá a saber si las dan.
-Pero ¿Qué pasó Juan? ¿No estaba mejor? ¿ No estaba volviendo?
- Se descompuso en el colectivo, un ataque de pánico y se desmayó de nuevo. Ahora la tienen sedada. Qué se yo, quiero controlar un poco porque estuve re borrado y ahí cada uno opina una boludez distinta y estas cosas del bocho no son joda, Nadi.
-Obvio, a mí me da terror, y… pobre Fáti, mucho stress con la joda del boludo éste que se mató.
-Ella se chupa todo, todo lo que les pasa a los demás y se hace la fuerte, pero cuando le toca a ella algo jodido es otra historia, no se la banca.

Por la ventanilla ya se ven las palmeras de Papagayos, ya estamos, ya puedo bajar del Cole y quedarme acá, qué loco, pareciera que Fati y yo fuéramos de la sierra, cuando estamos acá ya no importa nada, nos adaptamos al lugar como si estuviera en nuestra sangre…Me lo podrá haber traído a Marcos, en la sierra somos dos compañeros, camaradas padre e hijo, así como de película, quizás pasamos los días más lindos del matrimonio acá y para él es un lugar de felicidad, a los siete años, claro, no hay nostalgia, sólo presente…a Fati la puedo llevar de campamento cuando ande mejor. Y sí, me pido una semana más y ya me agarro las vacaciones ahora… Cecilia va a hacer quilombo, tiene razón, mal, Juan, ¿Por qué tenés ganas de estar de vacaciones sin ella? Bah, me da lo mismo, bueno, qué se yo, ahora no quiero pensar en eso, ella se quedó con el auto allá tranquila y espero que no joda, no jodió para nada con que me iba… ¿no andará con alguien? Y bueno, si es feliz…
Hoy no tengo ganas de pensar en minas, hoy ya está el olor de los yuyos entrando en los pulmones.
Sí, la voy a llevar a Fátima de campamento, tengo que ver qué lugar está bueno que sea cerca del rancho, vamos a dormir en carpa y tener un poco de miedo, cocinar sólo con fuego y tirarnos con las estrellas arriba como nunca se ven en otro lado. En parte mejor que se murió ese tipo. Qué obsesión la de Fati… entonces ella empezó a aprender guitarra con él hace… ¿Cinco años? Desde esa época se la garcharía? Era re pendeja mi hermana, el chabón nunca me cayó bien, esa onda de alemán cerrado, orgulloso, como mirándote de arriba, era un langa, langa universal, sin modas ni tiempo, y claro, cómo no iba a Estar muerta Fati con él, además, ella tenía diecisés y él veinticinco entonces cuando se conocieron, voy a hablar un poco con ella, pobrecita, nunca contó nada… hijo de puta, es un abuso, se entiende mejor ahora esto del estupro, el mayor está en ventaja y puede dañar al menor muchísimo, al pibe no se le movía un pelo, tenía una minita más para la colección, una nenita para garchar y masajear su ego y ella desfalleciente de amor. ¿Y por qué se habrá matado? Y, estaría podrido de todo, estos putitos mimados que tienen todo…menos mal que apareció el arma… bueno, pensá en otra cosa, te va a subir la presión.
Una llamada, número de Luján, no sé quién es…
-Hola…
-Hola ¿Juan? Habla Elena, no sé si te acordás de mí…perdoname pero quería ver si podíamos juntarnos a hablar de esa época de la misa en Cortinez.
-Ah…Hola, ¿vos sos la chica de Tomaso?
-Sí, qué bueno que te acordaste… sí nos vimos en Tomaso
-Y tenías el libro de Patty Smith.
-Sí…
-¿Lo terminaste?
-No, ya casi…
-Me gusta mucho Robert Mapplethorpe. ¿Está bueno el libro?
-Sí, es hermoso…. Ella es una gran poeta, es delicado… simple, para mí está muy bueno, si querés cuando temino te lo presto.
-¿Cómo tenés mi teléfono?
- Bueno, quería hablar de eso personalmente con vos…estás trabajando?
-No, estoy en un colectivo por llegar a Traslasierra.
-Ahhh
-Qué lástima, pero vuelvo en dos semanas.
-Bueno, no importa.
-¿Querés que te llame cuando vuelva?
-Sí, por favor…
-Bueno, ¿te llamo a este número?
-Sí.
-Bueno
-Bueno, chau.
-Chau.
Continuará

viernes, 1 de octubre de 2010

Juan en la oficina en lunes



Luz de tubo en la mañana, y por ocho horas, todo el tiempo en que el sol está pleno, la mañana madurando hasta convertirse en siesta y yo adentro, en la oficina.
Desde el Facebook alguien me propone el nuevo video clip y tema de Alejandro Sanz. Me gusta, este tipo volvió con lo de antes, y ahí me gusta, con su onda inicial robada de los italianos románticos de los 70 u 80.
Esa etapa de cantaor flamenco andaluz trucho o latino pegando alaridos vergonzosos con Shakira me hicieron tener vergüenza ajena de él y de mí, por haber reparado en él cuando fue a Ritmo de la Noche con su guitarrita y una chaqueta de cuero, y una amiga de la facu me hacía escuchar “Pisando Fuerte”, y nos parecía rara esa forma algo amateur que tenía de cantar.
Ahora aparece ya más maduro, da lo que puede dar ya resignado a los acordes de antes, que le dan resultado, que lo muestran cómodo.
Nadia llega de buen humor, siempre chic, linda, fresca, me da un beso, como siempre su perfume me alegra la vida por un rato:- Hola Juani ¿Vos escuchando Alejandro Sanz?
Se sienta frente a su monitor, abre la novela digital que está leyendo, desayunamos. Silvi y yo, café con leche, Desi llama al vecino de Sueldos y se van a comprar facturas.
Nadia agita una pulsera que le regalaron, que le trajeron de Salta, con cuentas de madera y medallitas de santos y vírgenes diminutas de colores colgando como dijes.
-Tantas vírgenes, tantos santos…que raro vos portando santos
-Huy, sabía que algo ibas a objetar Juani. Sabés? Me da cosa usarla porque yo no quiero que me vean pacata ni chupacirios, Me da cosa usarla porque es como declararme devota de la Virgen…
Entonces no la uses.
-Mirá, vení, están: San Cayetano, con éste no hay problema, es humilde, popular, me gusta porque es bien popular, y…
-Sí, un poco te gusta eso de pedir por trabajo…
-Y, sí, te hace sentir buena, laburante…
-San Francisco… ni hablar, nuestro santo, “el único santo”, raro que esté acá en la pulsera viste? Nunca fue muy buscado Francisco…
-Sí pero ahora con la movida ecológica, capaz que lo siguen los New Age, esto de Hermano Sol Hermana Luna…el lobo, los pájaros…
-La Virgen de Luján, y bue, yo tengo mi corazoncito… es una cuestión de orgullo local, como Flandria.
-¿Y éste? ¿Qué es esto?
-El Niño Jesús de Praga
-No, a ese no lo tenía…ya es como demasiado! No es suficiente con una chorrera de Vírgenes y Santos de todo color y procedencia, que le agregan Jesuses?
-¡Mirá! Tengo también a la Virgen Desatanudos A esta no la quiero, pero… ¿qué hago?, me da un poco de miedo sacar la medallita esta, es como despreciar sus servicios, siento que si la desecho me va a pasar algo.
-Sí, sí, claro… te entiendo
-Pero a la vez, vos sabés creo que ya hablamos de la Virgen Desatanudos,
-Sí, Sí, es como San Expedito…
-Un chamuyo
-Es como… que el nombre lo dice, como…
-Totalmente comercial, redundante…
-Sí, porque… todo es chamuyo, pero ésto ya es excesivo, que el nombre diga lo que hace o el efecto que provoca.
-Y sobre todo, lo siniestro del caso, Juan, es…
-Pará, pará, es como mi amigo Marcelo Marcel,
-Fernando Fernán Gómez, Mauricio Mauri…
-No, mejor es como el Doctor otorrinolaringólogo Garganta, de Mercedes, o el dueño de la casa velatoria Morbideli.
- O la escuela de comedia musical Fracasi.
- Sí, pará, ya está, ya sé, pero volviendo…
- Sí, la Desatanudos
- Bueno: La Virgen Desatanudos, eso de desatar nudos siempre me sonó a brujería, ¿Viste que a veces te dicen? Fulano te hizo un trabajo, hay que destrabarlo, desatarlo, algo así, “en esta casa hicieron un trabajo”, entonces la virgen Desatanudos parece que te destrabara algún trabajo que te hicieron…
-¿Pueden parar che?-Silvi con una mano en el teléfono y una galleta marinera en la otra, nos hace señas – Ya le paso, señora con la persona que le puede informar, Juan, teléfono
-Uy, tan temprano…
-Hola
-Sí señor buenosdías, yo necesito una información, ¿sabe que anoche me soñé con la intendenta? Y quería saber la edad de ella para jugarle a la quiniela…
- ¿Sabe que no tengo idea de la edad de la intendenta? Pero le voy a pasar el número de Secretaría Privada que ahí le van a decir, anote, cuatro tres cinco cero siete dos.
-No le cortes así, sos guacho vos Juan ¿eh?
-Es que no tengo ganas de saber nada con nadie, y menos con la intendenta, quiero hacer como que no estoy en la Municipalidad, Nadia, volviendo a los santos…
-¿Qué pasa con los santos?-Desi y su amigo de Sueldos entran con la bolsa de facturas…-Ojo con decir cosas feas ustedes dos ¿eh? Que después se nos llena de mala onda la oficina.
- Bueno, listo ya llegó Desi y no podemos hablar más.
En la pantalla de Nadia se ve una foto de dos jóvenes en blanco y negro, son Robert Mapplethorpe y Patty Smith otra vez. El libro que tenía la chica de la misa en Cortínez en Tommaso.
-Ya pusieron el libro en la web? Salió impreso hace sólo dos meses Ah! Ahora entiendo por qué te permitiste la pulserita vos Nadia.
-Qué hijo de Puta que sos Juan, lo decís por Mapplethorpe… no se te escapa una eh?
-A mí me gusta mucho la obra de Mapplethorpe, ya sé que si digo eso ya estoy en el club gay ¿no? No me importa, me parece un gran fotógrafo.
-Totalmente, fue un gran artista, esto de los íconos católicos casi que lo inventó él.
-Lo inventó él, después vinieron los ídolos de los chicos bafici, como Marcos López, Pierre et Gilles, Lachapelle, éstos fotógrafos pop kitsch.
-Qué son los chicos bafici?
-¿Nunca fuiste al Buenos Aires Festival de Cine Independiente?
-Está ahora en el Abasto, yo voy con mi hermana mañana, vamos, no te lo podés perder.
-Mañana…- arruga la trompita, ahora me estoy reconciliando con la vida, una amiga para charlar así, charlar…para toda la vida estas conversaciones.
(gracias, Señor, por darme a Nadia todos los días)
Continuará.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Fátima camino al filo, 7 a. m.


Mucho sueño para atarme los cordones acá en el Rancho. Para ir al filo de la sierra hay que salir temprano. Acá estoy, firme, para que se me pase el stress, para que vuelva la calma de “Fátima controlada, que hace bien las cosas, que nunca nos defrauda”, para mi descanso tuve que enfrentar los ojitos fríos del hijo de Don Yiro y pedirle un adelanto de vacaciones en el vivero, y tuve que hablar en la facu para postergar mi parcial y con los chicos para que me banquen la entrega de fin de cuatrimestre. Para tener la tranquilidad, primero tengo que ganármela, enfrentarme a pedir, que es lo que más me cuesta, porque nadie lo hace por mí, ni pensarlo, yo soy la adulta, siempre fui adulta y en casa todos son chicos, más ahora, adulta, iniciada, en la muerte, en el amor, igual, igualita a la amante del Amante de la china del Norte, una nena y su amante adulto.
El adulto, Xavi, ¿El maestro? ¿Ese dolor había que atravesar para aprender? ¿Y a mí qué me importa aprender las cosas del amor? En realidad no necesito que los varones después de estar conmigo queden prendados y no dejen de llamarme, seguramente porque sé garchar y me gusta, no necesito ser deseada, necesito refugio, necesito un nido, un amparo.
Estuvo astuta mamá: -“Un llamado a Estela y tenemos el Rancho de San Javier en Traslasierra por una semana. Te vas tranquila unos días, eso te va a sacar todo este infierno de encima, yo no puedo ir, no puedo dejar a Pirucho sólo, vos sabés… pero te buscás alguien que te acompañe. Y si no, tenés a los caseros y a la gente conocida de allá, que son tan amorosos.”
No se equivoca, me conoce y sabe que este lugar es bueno para mí. Conoce mi naturaleza, sabe que estar afuera, al aire libre, me hace bien, me revive, sabe que la naturaleza se encarga sola de mi.
Acá en la sierra no existe la historia pasada, ni la muerte, ni la pena de amor, acá sólo está el olor fuerte a hierbas, que se vislumbra cuando voy llegando por el camino angosto y sinuoso de piedras rodeado de espinillos.
Es acá donde la sierra se recorta como encajada en el cielo, como fuera de escala en un paisaje tan modesto, porque no están los bosques largos ni el agua majestuosa del sur, acá la sierra se te viene encima, estamos en traslasierra, en el reino de los pájaros, de los yuyos, las piedras, las pircas y el romero, de la cabra y el matuasto; acá se puede respirar porque la gente respira, come, camina, trabaja, pero hace eso, sin más, cada cosa tiene su nombre y su lugar.
Y cuando llego, me pongo alpargatas de yute que compro en el pueblo, y no me las saco, pisando por piedras, calles y capillas, casas de té alemanas y casino de Merlo San Luis, a veces se mojan en los arroyitos y se hinchan y me aprietan los pies, y se ponen bigotudas, pero se vuelven a acomodar, así es la vida acá: poco, austero, cándido. Me dejo las alpargatas hasta que piso la provincia de Buenos Aires, es un ritual, sacarme las alpargatas es haber vuelto, es la campanada de las doce, cuando se acaba el encanto.
Pero hay un día, sólo un día en que no se usan las alpargatas en la sierra, y es cuando se sube al filo, como hoy: la subida dura todo el día, y los que no somos de acá no nos bancamos esa travesía sin unas zapatillas y un par de medias, agua, algún sándwich y chocolate, eso es una tradición oral de los turistas, y nadie la deja de lado, hacerlo sería una falta de respeto para el habitante de San Javier, que sí puede hacerlo con el calzado habitual, porque es serrano.

Elena, a la noche:

-Encontraste mesa, amor
-Sí pero ya me estaba levantando, la chica viene a cada rato para ver si pido y hay gente esperando afuera ¿Qué compraron? ¿a ver? Una muñequita con ropa típica, ¡qué hermosa!
- ¡Y esta bola de cristal!
-Mirá ma, y un monedero, palitos para comer…
-Mirá y un dragón, ma!
-¡Pero es mucho esto! Pablo, la muñeca esa era carísima... ¿Le dijeron gracias a Pablo?
-Ya arreglamos con los chicos, esta noche no nos volvemos, nos quedamos a dormir en un hotel y mañana vamos a la Biblioteca Nacional, dale Elenín?
¿Y cuando se canse de cogerme y jugar a la casita qué va a pasar? ¿Qué quiere éste pibe?
-Bueno, vamos a ver, si se portan bien…
Si se portan bien los tres, incluido él, si no mete la pata con alguna pendejada que me irrite y arruinemos la noche, como tantas noches. Qué ganas de joder, Elena, ¿por qué no te quedás sola?
El chico de Tomaso, el de la misa de Cortine,s quiero estar con él, Juan Manuel, se llama Juan Manuel, Sandra me lo dijo, cómo me dice todo, Sandra el libro abierto de cómo comportarse y qué saber en Luján: “Se llama Juan Manuel, iba a la Industial, y trabaja en la Municipalidad, es arquitecto, tiene un hijo con una mina de Buenos Aires, está con alguien ahora, creo, pero viven por Carlos Keen por eso no se los ve mucho, la mina vino dos o tres veces al local, se llama Cecilia, sí es linda, es bastante linda rubiecita, flaca, él es medio bohemio me parece, porque ¿viste? ser arquitecto y estar trabajando en la muni… pero ¿te gusta ése seguro? Vos estás loca, con el bombón ese de Pablo que tenés, yo la verdad no te entiendo mucho Elena, siempre igual vos, siempre dando vueltas, dejáte de joder, ya los chicos lo conocen , se queda en tu casa casi todo el tiempo, te compra cosas…
Continuará

lunes, 6 de septiembre de 2010

Juan Manuel, lunes de septiembre


Ayer cayó lluvia, una lluvia completa, sanadora, hoy paró. La mañana mojada.
Trato de encontrar el verde, sí, el verde cargado de agua, las hojas cuelgan pesadas del otro lado de la ventana.

Con los brazos bajo la cabeza en la cama, me dilato, y sé que voy a llegar tarde. El corazón latiendo de nuevo, las palpitaciones, el acelere. ¿Por qué tenían que empezar los achaques? Presión alta, basta de sal, miedo a morirme dormido del corazón, de irme a dormir y no despertarme, ya está, llegó, después de los cuarenta un declive entero, declive de carne, de salud, de chances.
Si estuviera Marquitos conmigo por lo menos, si pudiera ser su padre, criarlo. Ahora su papá es Cacho, el que lo pasea por todo el mundo,hoy por Disney París. ¿Y el hijo que quiere Cecilia? Acá al lado, durmiendo es hermosa, inofensiva, su respiración imperceptible dibuja la silueta de un hijo ahuecado en la cama entre nosotros... pero no… no sé ¿Otra vez con el corazón abierto dando, dando, rompiéndome de amor y deber para que ellas cumplan con su mandato o instinto y pidan, reclamen, pidan, reclamen?

Salgo de la ducha. Aún estoy a tiempo para volver con Mara ¿Aún estoy a tiempo para volver con Mara? Porque, para empezar de nuevo con lo mismo, y que termine de la misma forma ”Alone again, naturally…” Y yo no quiero sufrir más, y yo no quiero estar sólo.
Nunca les alcanza a ellas (¿O nunca me alcanza a mí?)Yo la dejé a Mara suponiendo que Yo no le alcanzaba, pero si lo pienso bien, ella a mí no me alcanzaba, era yo el insatisfecho.
Insatisfecho por miedo, siempre el miedo al abandono; no termino de entender esa teoría de quedar enganchado con lo que te hizo sufrir en la infancia. El abandono. ¿O el juego es abandonar antes de que te abandonen y ganar de mano? Patético. Lo voy a hablar con Angel mañana en la sesión….


…caminando al trabajo, como los viejos que tienen que caminar por el corazón, igual, pongamos que es para ver un ratito la mañana antes de meterme en la oficina roñosa y empezar a estornudar por la alfombra y a acomodarme en la prisión de ocho horas.
El fresco con olor vegetal desde el patiecito de delante de esa casa, ése olor que no puedo describir… me mueve todo, me abre la herida deliciosa, qué poético, hoy estás hecho un puto Pet Shop Boys, o Cristian Castro… Media cuadra adelante una mina, debajo del tapadito negro me parece que hay un culo importante.
Acelero el paso, se dio vuelta, es… ¡es la mina esa! La mina del libro de Patti Smith, la de la misa en Cortines, me hago el boludo y doblo y ella sigue, ¿Dónde irá? Es parecida a ésta actriz que ahora está grande, ¿Cómo es?... sí esa yegua de la foto sentada en bolas de Helmut Newton, sí, igual, pero castaña, porque la otra es más rubiona, ¿Cómo es? Charlotte Rampling, si, cómo le gustaba a mi viejo… ¿Así que de chiquita iba a misa a Cortines? ¿Cómo sería de chica? Seguro que no llamaría la atención, tal cual, como esas nenitas con las que te pusiste en bolas, jugaste al doctor, al panadero, al carnicero, al jinete y nunca tuvieron sexo más que para explorar en algún momento y seguir siendo un par, un amigo. Pero el día menos pensado, cuando menos te lo imaginás, un minón, ahí, parada frente a vos, una bestia que te avergüenza, que te deja como un boludo boquiabierto a lo Francella mirá la nena.
Como Laura, cuando íbamos a pescar con nuestros viejos y con Mariano…la luz naranja de película Súper 8, los pantalones Oxford de los tres pisando el pasto medio seco del invierno con pintas verdes de primavera… y he aquí los escalones de la Municipalidad, que me devuelven a este cuerpo ya achacoso, que quiere volver allá… al arroyito de Aeroclub, la chica de la Misa en Cortines…
Frente a mí el reloj, piiip, la fichada de la tarjeta, Juan Manuel Costa . Legajo 5451. Registrado
Continuará

jueves, 2 de septiembre de 2010

Elena: Cuando tengo miedo de una relación



Cuando tengo miedo de una relación quiero estar en mi caparazón, en una carpa tibia, con luz como un útero y mi música protectora.
Cuando tengo miedo de que me lastimen sólo quiero estar conmigo y con los que sé que nunca se van a ir, con los que sólo se van a ir con la muerte.
Cuando tengo miedo de la desilusión quiero al amigo, quiero a Car, el que no me va a dejar nunca y cuando se vaya al otro lado del mundo, y tenga otras amigas y otros amantes va a volver con el perfume que me gusta en una bolsa de Macy´s , y vamos a ir de picnic al costado del camino con una botella de vino blanco y su pan casero y todo va a estar bien.
Cuando quiero ser yo en mí y para mí sueño con caminar, correr oculta en un pastizal y dejarme llevar por un río rápido con el cuerpo entregado y si me traga la naturaleza lo voy a celebrar.
Cuando Lo Otro me separa del que nombro con un pronombre posesivo sé que la angustia va a apretar y ya no quiero encontrar el alivio del ruido de su llave ni pensar que soy tonta, perseguida o paranoica, sólo deseo borrar todo, que su partida no hubiera sucedido, y , quizás, o con seguridad, nunca haberme enamorado de él.


Escribir esto un consuelo, y pensar en ése chico, ése chico cuarentón como yo, con cara de actor de peli de Jane Austen, que se aparece de a ratos en mi cabeza, me alivia.

-Si viniste a ayudarme a hacer la vidriera no te pongas a escribir, te voy a tirar esa libretita Mirá, si la tendencia es bien hippie folk chic, vamos a poner todo exageradamente hippie chic, que se empalaguen, ¿Quieren hippie? ¡Bueno chicas cool, vengan a MICA que de acá van a salir con bordaditos hasta fruciéndoles el culo.

-Bueno, che…

-Mirá Ele, en ninguna cabeza cabe que en el verano 2011 la gente iba a estar con trapos colgando, un poco de ingeniería para la moda, please…

-A mi me da optimismo que avancemos así, lo futurista me da idea de destrucción.

-No nena, al contrario, somos idiotas, nos repetimos y nos volvemos a repetir… trapitos colgando, escuchá, Vienna, Billy! Billy Joel… Slow down you crazy child take the phone off the hook and dissapear for a while…

-Ah, ¿Entonces los ochenta no te dan bronca?

-Los ochenta son mágicos, son futuristas.
Continuará

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Fátima: Jueves, En casa, convaleciente tirada al sol junto a la huerta de la abuela.



Y ese cansancio en todo el cuerpo desde que me desperté en el sanatorio, ¿así que esto es el stress? 23 años y con stress. ¿Qué pasó? Pasó un amor, y no un pequeño amor, un amor durísimo, que atraviesa mi juventud, cinco años, Xavi en mi y en mi cabeza por cinco años ¿para siempre? Un desmayo fuera de lugar trocó el secreto en una cuestión de estado familiar, Una situación vivida durante cinco años cambió su carátula en un día. Y ahora, su presente se transforma en pasado.
Xavi murió hace quince días, esta historia murió. Es fácil ahora, acá, tirada al sol, contemplando al ras del piso las caléndulas supernaranjas brillando y el viento atravesándolo todo. La parte de abajo de la abuela se mueve en la huerta, y el olor del asado con la carne recién puesta es una promesa, un arrullo, un mantra.”Nunca más van a pasar cosas así, estás a salvo, estás con tu familia”.
Mi familia reunida hoy porque hay una situación de estado y cuando pasa algo todos están.
La flor rosa fuerte volteada por el viento sobre el piso gris oscuro de la galería, recortada, perfecta… mamá en Europa de viaje con su novio.
Ya nos sentamos a comer bajo la galería, las nenas de mi hermano se pelean , después una me da de comer en la boca…el asado, rico, nunca tan rico como el olor a asado, la costillita seca salada, roerla, como una mujer primitiva, como una mujer medieval…
El traje de mujer medieval: quiero tirar ese traje, con ese traje puesto lo hicimos esa noche en Gesell.
Nuestra presentación en el anfiteatro del camping musical venía bien, Xavier nos dirigía, yo estaba casi relajada, él me contenía con la mirada, ahora pienso que nos contenía a todas. Kathy ese año no estaba, estaban peleados, bueno, separados, porque vivían juntos. Cantamos Stella Splenders in Monte. Apaludieron mucho. Un bis, otro.
Después, a oscuras en la cama del hotel, sola, las chicas no habían llegado. Sin alcohol, tratando de bajar la excitación de esa noche, sin esperar nada porque nunca se sabía nada con Xavi, sólo las miradas de él buscándome y encontrándome y un apriete rápido y muy fuerte en algún rincón oscuro, fugaz pero suficiente para que me durara para toda la semana, o un día, según él decidiera. Ya me dormía y él golpeó la puerta suavemente y me llamó,salimos silenciosos y rápidos,el deseo, y el olor del pinar con rocío en todos lados, el ruido del mar, y yo, cayendo sobre el piso de agujas de bosque y el cuerpo de él arriba, pero suave, acariciando, poniéndose más áspero a cada beso, el acto tradicional, como en una película clásica, “él sobre ella y ella temblando”, los ojos en el cielo, que era piedras preciosas tiradas sobre el terciopelo negro de un joyero y ella perdidamente enamorada, como decía mamá que les pasaba a las princesas en los cuentos de cada noche.

jueves, 26 de agosto de 2010

Entramos a la casa del río por el campo. Parte 2 : Elena




Nunca había visto antes al tipo que está hablando de la misa en Cortines, y no puede encontrar rastro en él de ningún niño en algún banco ni altar. No, no lo recuerda. Ella también había mirado y estudiado todo, los chicos rubios entre la gente del pueblo, entre la gente que en su mayoría trabajaba o había trabajado para las fábricas, los monaguillos, que se aburrían o se tentaban, el cura con un acento cerrado y un discurso simple y efectivo, el mejor orador que había escuchado en un ámbito católico, ese cura concreto, frío y cómico que con sus historias había contribuido con la fuerte etapa mística de sus catorce años, mmm… el tipo de la mesa de al lado también habló de sus catorce años…
Le gusta, le gusta bastante, tiene ojos verdes muy lindos porque hablan, y nariz grande y boca fina, tiene la barba un poco crecida y ese desaliño que a ella ama en los tipos, un desaliño no estudiado, un desaliño como acompañando un constante estado de ensoñación o concentrado tormento, ese estado Resteless mind, así lo define Elena, estado que la acompaña a ella también… eso es lo que hace ver a ese hombre como alguien cercano, además de la misa en Cortines.
El que está con él es el grandote que trabaja en prensa de la municipalidad, que casi todos los días está sentado acá en Tomaso en algún momento de la mañana, cuando ella pasa y mira para adentro, tomando un café con otros, con los de siempre, pero a éste pibe no lo vio nunca… ¿de dónde salió?
El chico habla apasionadamente y describe con las manos y la cara. No la miró ni una vez. Y ella sólo lo mira a él, aunque trata de disimular.

Un día distinto… por fin una sensación no sabida, no esperada; hoy le tocó a ella…

Ella, que hoy temprano se despidió de Pablo y se pasó la mañana amargada por los celos, imaginándolo allá en Buenos Aires en este veranito de agosto, con sus jóvenes hormonas renovadas ante el meneo de las tetas frescas que empiezan a ventilar las vanidosas porteñas.
¿Y ahora? Qué sorpresa. Qué sensación…

La revista caras con la mujer de Simeone y Simeone en la playa cae y la torpeza de ella es recompensada por la mirada de él, pero sus ojos van inevitablemente al libro que Elena está metiendo en la cartera para irse, Robert Mapplethorpe y Patty Smith en la tapa abrazados y hermosos, también desalineados y restless minded; los ojos verdes vuelven a ella y ella le dice, osadísima, con el corazón y la presión como tambores:

-Yo iba a esa misa en ese mismo tiempo y te miro te miro y no me acuerdo de vos…

Se desubicó, sí claro, como siempre, (callate Elena boluda), porque él la mira por unos segundos con los ojos abiertos sin decir nada.
Ella se empieza a mover rápido para irse y por suerte él racciona:

-Sentate, contame..

-Se me hizo re tarde escuchándote - está aturdida, se quiere ir, como siempre, escapar de las emociones, de los momentos que le tocan a ella, vergüenza de protagonizar los momentos, vergüenza de protagonizar…

Continuará

martes, 17 de agosto de 2010

Juan Manuel:Entramos a la casa del río por el campo


Entramos a la casa del río por el campo. La casa del río es totalmente distinta de este lado, que en realidad es el otro lado, porque el lado clave es el del río.
Es algo acastillada, con torres y tejados muy europeos, no se parece en nada a ese lado que veía cuando remaba en el Timón; una enorme ventana circular que se posaba sobre el río, que casi se metía al agua, una casa a la que se podía entrar en bote. Yo veía esa casa como una especie de hermana de la “casa de la cascada” de Wright, porque entraba en la naturaleza sin molestarla.
Yo tendía…catorce, y Frank Lloyd Wright era mi ídolo, él había sido uno de los mayores arquitectos de la historia, realmente un adelantado, un romántico, una buena persona, genial y precursora, el libro ese, Usonia, la novela sobre su vida, qué buen libro ese, mirá, creo que por esa novela soy arquitecto ¿dónde estará? ¿Lo tendrán los chicos todavía?, me parece que Marquitos me lo había pedido, otra vez sin reclamar los libros, yo.
No sabía cómo eran los que vivían adentro, porque nunca, nunca había visto a nadie en la casa ni cerca, y mirá que iba a remar casi dos veces por semana. La casa se deslizaba en la orilla como una balsa a medida que yo avanzaba con el bote. Bueno, yo me enteré de que vivían ellos en esa casa por comentarios de mis viejos, obvio. “Esa casa que dice Juanma que ve cuando va a remar también debe ser de los Heyerdall.”
Ellos eran como la familia real en ese pueblo, eso me lo había contado mi abuelo.” Una estancia enorme, pero no como la de Alejandro Roca, no como la de Unzué, una estancia como de otro país, con pavos reales, ciervos…Un parque, un verdadero parque, con los pinos que llegaban hasta abajo, y sólo pasto como una alfombra y arbustos ocupando más o menos dos hectáreas, y una capilla, si, la capilla que le regaló Don Julio a su mujer…ellos habían tenido dieciséis hijos, había una monja…la monja no vive en Argentina…"
Y seguía el abuelo con las historias de su trabajo como alambrador de la estancia. Pero yo me quedaba pensando y soñando con ese lugar de oto mundo.
Después vino la misa en Cortines, mis viejos y sus amigos católicos se empecinaban en encontrar una misa que los representara, y cuando vieron que eso era imposible, buscaron al menos una que los entretuviera, como en este caso, los domingos a las nueve de la mañana en un diminuto pueblo cercano, un cura belga que hablaba simple y contaba parábolas e historias de santos. Y hablaba corto.
Ahí vi por primera vez a los Heyerdall: Alrededor de cuatro familias que se alternaban, porque no iban siempre los mismos, a veces estaban todos, a veces pocos, pero nunca ninguno. Eran perfectamente identificables por varios motivos: los hombres eran los únicos muy altos y castaños o rubios de pelo lacio y los únicos que cantaban con voces potentes de coro de iglesia. Las mujeres eran rubias, casi todas, vestidas con sobriedad, con austeridad, y los chicos, rubios, pero no rubios como mi hermana, o mis compañeros, rubios con el pelo casi blanco, lacio y poco. Estaban todos juntos, siempre quietos y respetando la misa, nunca se daban vuelta para mirar nada. Y ahí estaba ella. Inge, ella me inquietaba, ella era el misterio, lo raro,lo otro, lo extranjero, lo lejano,una chica que compartía la comunión conmigo pero que no sabía ni sabría nunca de mi existencia, aunque alguna vez haya estado sentada al lado mío, en el mismo banco.
Inge, (sabía que se llamaba así porque a la salida la habían llamado para subir al auto) tenía ojoscomo dos líneas algo encapotadas y hundidos, tenía la cara angosta y afilada, todo en ella era angosto y afilado, estaba llena de pecas, era muy alta y flaca y con el pelo como todos sus hermanos y primos,ya casi verde,sí, verde como las sirenas de Ulises…
Continuará

lunes, 9 de agosto de 2010


Juan Manuel, Lunes:
Otra vez aplastado, ¿Por qué histeriquean con la guita? Díganme de una vez, “y si, boludo, no te pagamos más el plus que te prometimos, y…no podemos flaco, tomalo o dejalo. No, siguen forreando, haciéndonos sentir que si trabajamos bien, si no lloramos ni nos quejamos no hay guita, porque no respetamos el código argentino medio pelo hijo de puta.

“Juan, ¿Vos viniste con el auto? Hay que llevar a Los de la Televisión Checa a Jáuregui”

En el auto vamos mirando la llegada a este pueblo que fue, que no se sabe qué es. Los gringos van maravillados, tratan de encontrar familiaridad entre el león de la cancha de Flandria y el de su país, todo les resulta raro, ese arco neoclásico monumental entre la tupidísima vegetación, el monolito homenajeando a Don Julio y su mujer en un bajorrelieve hecho por el mismísimo escultor del Monumento a la Bandera… la invitación al museo de la fábrica que fue, y, en el estacionamiento, el recelo hacia nosotros de los guardias de esa misma fábrica que es ahora un parque industrial.
Olga me habla de un amor catalán que tuvo, y entona apasionada la canción que le había escrito, con una letra que quiere ser caliente y latina y sólo resulta una réplica eslovaca de una de las más tibias de Banana Pueyrredón… me mira a los ojos, yo lo único que quiero es terminar de ver el museo este de la fábrica y volver a Luján.
Mis contactos, esos contactos que me ignoran, soy el hilo invisible de contactos, de obras, de negocios, yo con mis convicciones, con mis amadas y malditas convicciones…las que me mantienen joven siempre, esas convicciones que me impiden “rascar” algo, ¿No puedo ser ni un poquito chanta?¿Ni un poquito negociador alguna vez? De operador ni hablar ¿no?
OPERDOR POLÍTICO, el heredero de la viveza criolla, qué asco, ¿será mi resentimiento de eterno laburante honesto y mal pago que me hace sentir la palabra OPERADOR POLÍTICO como una patada en el estómago? Puede ser, no sé, lo hablaré con Angel el martes.
Frenamos. A través de la ventanilla alguien me tiende la mano, me sorprendo,es el hijo del dueño de la antigua fábrica, ¡uno de los príncipes! Las chicas estás rojas de emoción, lo logramos, ¡Ahora nos está invitando a su casa! ¡La casa del río! OoooH , ahora sí esto te interesa ¿Eh Juancito?
Mirko filma, nos hace detener ante lo más ínfimo y yo sólo quiero llegar a la casa del río… Continuará





Fátima, Lunes:
En el bar suena una música que la vuelve loca, de dolor, de nostalgia, Tajabone; nunca pensó que ésta canción iba a musicalizar éste momento. Sara la mira con sus grandes ojos húmedos, mojados, con ojeras marcadísimas, con una mirada helada, helada y asesina, ya no indiferente, como cuando Fátima iba a su casa a tomar las clases de Xavi.Esta canción no merece estar en este momento.Esta vieja no se lo merece,la situación sordida horrible no merece esta música.

“Sabés que Xavier no va a despertar.”

“Y también sabés por qué vine a verte.”

“Sos la última persona con la que él estuvo. Y Kathy aún no lo sabe. No se lo decimos porque está muy mal, esto es un desastre. Nuestra familia no se va a recuperar nunca de esto, ¿te das cuenta? nadie sabe por qué le hicieron esto, nadie lo sabe.

“Sara… disculpe, él se hizo esto, usted lo sabe bien, está muy claro, usted sabe que todo indica que se suicidó”.

“Querida… yo entiendo que tenés que decir que se suicidó, porque no te conviene la situación en la que estás metida… pero el arma no está, eso te queda claro ¿no? No es un detalle menor.”

La música, el aire, el olor a café, todo se empieza a nublar, el calor sube a la cara y las orejas laten.
Elegante e irónicamente quiere decir sos sospechosa,putita, otra vez el desprecio,como siempre, el mismo que le hacía sentir Xavi casi todas las veces, marcar la diferencia, chica de barrio deslumbrada por el fantástico, hermoso, virtuoso guitarrista que tiene a todas las mujeres deslumbradas, grandes, chicas, medianas, niñas, y que asume su seducción como algo inevitable, como algo ajeno a él, como un ente que convive con él y lo libra de todo razonamiento o planteo moral.

"No me interesa lo que usted piense, pero no se haga la boluda. Xavier estaba con muchas más mujeres que conmigo, su novia lo sabe, por eso lo dejó. Ella se va a recuperar, ya está prácticamente recuperada, si no pregúntele, hace un mes que sale con el señor de la carnicería de Las Catalpas, ¡Oh, qué horror! ¿no? ¡Xavi muerto y Kathy con un Carnicero! ¿Qué será peor para su familia, Sara? ¿La muerte de su hijo o la putez de su nuera o ex nuera? A mí déjeme de joder, ya bastante daño me hizo su hijo,¡vieja hija de puta! Qué galán el nene ¿no? Usted sabía todo, por favor…

El latido de la cabeza está en el pecho muy muy rápido, se escapa, no lo puede controlar… se escapan los latidos... Un brazo la sostiene, ve más borroso ahora y todo se licúa y hay un olor a quemado dentro de su cabeza, y la voz de Don Yiro, “es mi empleada, acá estoy Señorita Fati.”
“Preso de tu ilusión, vas a bailar… a bailar bailar… Continuará

Fátima, Lunes:
En el bar suena una música que la vuelve loca, de dolor, de nostalgia, Tajabone; nunca pensó que ésta canción iba a musicalizar éste momento. Sara la mira con sus grandes ojos húmedos, mojados, con ojeras marcadísimas, con una mirada helada, helada y asesina, ya no indiferente, como cuando Fátima iba a su casa a tomar las clases de Xavi.Esta canción no merece estar en este momento.Esta vieja no se lo merece,la situación sordida horrible no merece esta música.

“Sabés que Xavier no va a despertar.”

“Y también sabés por qué vine a verte.”

“Sos la última persona con la que él estuvo. Y Kathy aún no lo sabe. No se lo decimos porque está muy mal, esto es un desastre. Nuestra familia no se va a recuperar nunca de esto, ¿te das cuenta? nadie sabe por qué le hicieron esto, nadie lo sabe.

“Sara… disculpe, él se hizo esto, usted lo sabe bien, está muy claro, usted sabe que todo indica que se suicidó”.

“Querida… yo entiendo que tenés que decir que se suicidó, porque no te conviene la situación en la que estás metida… pero el arma no está, eso te queda claro ¿no? No es un detalle menor.”

La música, el aire, el olor a café, todo se empieza a nublar, el calor sube a la cara y las orejas laten.
Elegante e irónicamente quiere decir sos sospechosa,putita, otra vez el desprecio,como siempre, el mismo que le hacía sentir Xavi casi todas las veces, marcar la diferencia, chica de barrio deslumbrada por el fantástico, hermoso, virtuoso guitarrista que tiene a todas las mujeres deslumbradas, grandes, chicas, medianas, niñas, y que asume su seducción como algo inevitable, como algo ajeno a él, como un ente que convive con él y lo libra de todo razonamiento o planteo moral.

"No me interesa lo que usted piense, pero no se haga la boluda. Xavier estaba con muchas más mujeres que conmigo, su novia lo sabe, por eso lo dejó. Ella se va a recuperar, ya está prácticamente recuperada, si no pregúntele, hace un mes que sale con el señor de la carnicería de Las Catalpas, ¡Oh, qué horror! ¿no? ¡Xavi muerto y Kathy con un Carnicero! ¿Qué será peor para su familia, Sara? ¿La muerte de su hijo o la putez de su nuera o ex nuera? A mí déjeme de joder, ya bastante daño me hizo su hijo,¡vieja hija de puta! Qué galán el nene ¿no? Usted sabía todo, por favor…

El latido de la cabeza está en el pecho muy muy rápido, se escapa, no lo puede controlar… se escapan los latidos... Un brazo la sostiene, ve más borroso ahora y todo se licúa y hay un olor a quemado dentro de su cabeza, y la voz de Don Yiro, “es mi empleada, acá estoy Señorita Fati.”
“Preso de tu ilusión, vas a bailar… a bailar bailar… Continuará

martes, 3 de agosto de 2010


Fátima, Lunes: Hoy desde temprano empiezan las viejas a joder. La música pop francesa no le gusta a Don Yiro, pero es lo único que a Fátima le ayuda a hablar, entender, cobrar. Desde hace una semana necesita música del pasado, historias de otros, cosas que no le pertenecen para poder seguir. Y por qué seguir? Porque ella es fuerte, porque la vida es linda, en fin, por todo, y porque sí, porque ella es así. Su papá dice,”Fátima es Así, siempre va para adelante”. Su mamá también lo piensa pero no lo dice, la prefiere débil.
Llegó al vivero a las nueve con el típico mareo de las horas de la noche sin dormir, sonrió a Don Yiro y le dio la mano; las flores no podían estar más hermosas, eran magia en el frío que arrugaba todo esta mañana. Había traído la cámara para sacar fotos a las bulbosas antes de que llegaran las viejas del barrio, ella sabía que el lunes iban a venir en patota, pero nunca pensó que tan temprano.
No había podido ni sentarse a tomar un té con Yiro, ni comer una de las medialunas finitas que había comprado, las mujeres llegaron como si se repartiera harina en una hambruna post guerra, pero en este caso eran bulbos exóticos que sabias manos japonesas habían convertidos en flores exquisitas de invierno. Mona fue la primera en llegar, Mona hace poco que vive en esa misma calle y ha impuesto su estilo esta temporada entre las mujeres del barrio. Qué increíble, Fátima pensaba que esa manera tan sabia de imitar y combinar looks de gente original que a la vez se inspira en otra y así eternamente, era exclusivo de sus compañeros de facultad, los chicos BAFICI, como los llama su hermano, ahora sabe que es una constante ente distintos grupitos acomodados de la ciudad de Buenos Aires
Don Yiro ha conseguido este invierno maravillas que Fátima no imaginaba. Los narcisos son amarillos muy brillantes, con una trompa dentada que excita, que lleva a acercar la boca para rozarlos y notar que el perfume es extremadamente sutil, casi imperceptible.
“Hola mi querida ¿Cómo estás?” Mona, con un gorro de piel negro y el pelo mezcla rubio y canoso en una trenza, avanza hacia las jacinteras.” ¡Al fin encuentro jacintos tan amorosos como los de granny! ¡Mi niñez!... Míster Yi, please, quiero todos los jacintos blancos, y también un ramo de junquillos”.
El vacío en el estómago se olvida un momento frente al placer del ruido del ramo de junquillos, otra sensación lejana y voluptuosa; es el mismo ruido de los tallos de lágrimas de la virgen que cortaba en la casa abandonada de la esquina cuando era chiquita…
Los ojos están detenidos en el blanco nácar de las muguets que está envolviendo, el parloteo de las mujeres se convierte en un zumbido, que se interrumpe de golpe cuando levanta la vista y ve, avanzando hacia ella, a la madre de Xavi, Ahora se detiene y la agarra del brazo suavemente murmurándole al oído: ¿Tenés unos minutos para tomar un café acá al lado?
Continuará

lunes, 26 de julio de 2010

Elena, 26 de julio


Hace días que asomado al balcón he perdido el jornal charlando con un gorrión más aburrido que yo. O mirando cómo se deshoja un encinar, oliendo romero. Cómo vuelven a florecer y se vuelven a deshojar.
Hace días que no sé cuantos días hace. Hace días que me estoy diciendo... mañana y espero... y espero.
Viviendo con nada. Trabajando por nada y un día como si nada morirme de nada. Adiós. Gracias. En el fondo de un bar tomándome un perfumado para calentarme el corazón mientras llega la muerte a jugar al subastado.
Hace días que no sé cuantos días hace. Hace días que me estoy diciendo... mañana y espero... y espero... y espero...
Asomado al balcón espero.
Desnudando el horizonte espero.
Espero por Navidad y por la Magdalena de día y de noche que vuelva Helena,
que vuelva Helena...
y es que cuando pasa por mi calle incluso los geranios le guiñan el ojo.
El aire se vuelve tibio con su aliento y los adoquines miran hacia arriba, su piel morena. Cuando pasa Helena.
Cuando ella mira sabes que la fuente cuando ella quiere, le da. Cuando ella llora, sabes qué es el luto. Cuando ella calla, todo mi yo tiembla. Cuando ella quiere, el amor emprende el vuelo...
Y entre tejados se columpia el sol y los pajaritos de los cables de la luz miran celosos como se ríe y se mueve. Color de larga espera y perfume de luna llena mi Helena.
Mi Helena...
pero... Hace días que el estar de pie me hace daño, el reuma me rompe los dedos y ha huido el último gorrión.


“Elena, yo sigo atendiendo a Marcos, fijate que vino Pablo a buscarte…”
“Pero pará, Sandra, una vez que estaba convenciéndola de que venga conmigo el viernes, tengo una recepción en el Alvear y quiero ir con una mujer hermosa.”
“Bueno, ella sabés que te va a decir que no, olvidate, ¿Qué estabas viendo? ¿Un vestidito para Mónica? Vení por acá.”
Estoy fría, cuarentaiunaños, no me importa que me halaguen, que me quieran levantar, me gusta la melancolía de “Helena” en catalán, quiero que me extrañen con esa locura de muerte de la canción, que me digan
el aire se vuelve tibio con tu aliento y los adoquines miran hacia arriba, tu piel morena.
Pero nadie va a sentir por mi eso, nunca. Eso queda para las zorras. Mientras tanto Viviendo con nada. Trabajando por nada y un día como si nada morirme de nada. Adiós. Gracias. En el fondo de un bar tomándome un perfumado para calentarme el corazón mientras llega la muerte a jugar al subastado.
“No es Pablo, Sandra, sabés que está en Buenos Aires”, directo a los ojos de Marcos, “chau, me voy a almorzar.”
Salgo caminando como Marlene Dietrich, la puerta sufre el desplante, ellos también.
Italia entre Mitre y San Martín ya es casi una petit Avenida Alvear, de repente, en una semana…
El aire helado, mi cara helada y rígida, cuarentaiunaños.

domingo, 25 de julio de 2010

Elena, Domingo 25 de julio. En casa, los chicos de vacaciones con el padre, el domingo pesa pero menos, se organiza. Hace la cama, lava los platos… afuera, tempestad, un día como los de las historias que cuenta su mamá incansablemente… el rey Lear y su hija Cordelia se reencuentran en la tempestad, la Tempestad, Próspero… cuantos nombres… todos llevan a algún lugar y el mundo es infinito y la vida podría ser eterna. Pero esa tempestad, ese frío está en su patio, en su ventana que silba con el viento. 

Ahora una garúa helada. La luz es sin embargo clara en casa, y Elena puede decir que ha logrado tener un lugar confortable donde vivir, un lugar querible, bueno. Esto es en parte, gracias a Pablo, que los fines de semana llega con un pequeño mercado “Easy Soluciones para el Hogar” en el auto, y que va cambiando la fisonomía de la casa, dándole un aire de nido intelectual, cálido y hogareño… además, este viernes trajo un disco que se llama Songbook, de Goran Bregovic, y que Elena hacía mucho no escuchaba y que ahora suena en la pc. del plan Mi PC que Kirchner brindó a las mujeres recién divorciadas que necesitaban trabajar o a las que en su casa querían bajar la última receta de jabones caseros de Utilísima.

Ahora en el reproductor de Elena suena Man from Reno, y ella se empieza a volar nuevamente, hacia lo que no fue, hacia lo que podría haber sido, mientras comienza a cantar un agudo coro de mujeres serbias, en bosques oscuros, que ella nunca conoció ni conocerá, eso queda para otras… para minas inteligentes, zorras y astutas que saben poner los pies sobre la tierra, Pero dos no igual que uno mas uno ¿no? ¿Ellas sentirán como Elena la nostalgia de lo nunca vivido? ¿La nostalgia de los Cárpatos? ¿De los lobos?... Ellas van a Praga, cuelgan en el Facebook las fotos con el título PRAGA 2010 y esperan los comentarios efusivamente envidiosos de sus pares. Elena no va a Praga, siente la noche y los aullidos.

 

Juan Manuel, Domingo 25 de julio . Mejor no pienso en mañana lunes, la tele con una película francesa, con una mujer francesa que tiene una de esas cabezas con boina o gorra, con buena calavera, buenos labios, seguro que re buena cogedora, decadente y francesa. Si fuera italiana otra sería la historia en la cama… Hitchcock decía que las anglosajonas te dan un morbo que ni la mediterránea más hermosa provoca, decía que la rubia sin sabor, ejecutiva, prolija, encierra un misterio de salvajismo sexual, porque esa mujer sabe lo que quiere, controla, domina, bueno, eso lo estoy dicendo yo, lo de dominar…gatúbela, …bueno, entonces, la latina, parece que, según Hitchcock, tiene toda la mercadería expuesta, es toda teta, escote, culo labios, piernas, y por eso, sólo se aviene a que la sometas, toda esa carne para ser aleccionada, está exponiendo todas esas golosinas sólo para ser sometida y preñada, porque después del acto la mina queda preñada, no embarazada, el embarazo viene después. Si, bueno, el viejo degenerado de Hitchcock se volvería loco con las rubias y punto, le gustarían y tendría que justificarlo intelectualmente, Igual, el comentario está bueno, sí, es eso, sólo un comentario, pero Truffaut lo pone en un libro y se transforma en una sentencia…,de nuevo “todo es relativo”, las mil verdades y la ninguna, ya cansás… bueno, ya sé, canso…, sigo…por eso ponía a Ingrid Bergman, rubia… que se le fue con Rosellini, a Grace Kelly, rubia, que se le fue con el Príncipe, y bueno, el tipo era bastante desagradable, la facha cuenta… a Clint Eastwoood no se le hubieran ido tan fácil las actrices.

Vuelve y mira a Ceci, que está sentada en el sillón al lado, con los ojos ya húmedos y estremecida en la música de la película, ella sí no se da cuenta, o sí se da cuenta de lo hermosa que es, porque siempre se lo han dicho, pero la belleza de ella es más sublime, más acabada de lo que el común de la gente, (incluída ella), piensan. 
Si Cecilia hubiera estudiado teatro, ahora andaría por ahí en la alfombra roja con joyas prestadas o sería modelo, aunque tiene una cara más para cine, hasta el pequeño puente de la nariz, uno de esos puentes que sólo se permiten las divas de Hollywood.
Cecilia, es rubia, y tiene ojos celestes, sí, el cliché de linda para Argentina, pero tiene ojos de gata, chinos y chicos, entonces sí tiene ojos lindos, no por ser celestes, ¿Por qué tienen que ser celestes acá en argentina (y no verdes, por ejemplo), para cotizarse bien? Ah, claro, porque el celeste es verdaderamente anglosajón, el verde pude ser… sí, bueno, proveniente de algún país menos dominante, o fruto de mezclas medio sospechosas ¿será eso?, ¿una estirpe europea escondida de la que agarrase antes de que se extinga en manos de nosotros mismos y nos quedemos sin quien nos conquiste, seduzca, encante?

Me mira, ¿a ver? Ceci está llorando por la peli. Los ojos húmedos tienen unos tintes verdes y amarillos… gracias a Dios, Ceci, así sos más mía, más nuestra, más terrenal…
Ceci, no llores, no es nuestra historia, ¿qué nos importa la historia de estos judíos franceses  de la segunda guerra? Y bueno, ellos sufrieron, nuestro abuelos también sufrieron, vos lo sabés, si siempre me contás las historias de tu abuelo en la época de los conservadores en Suipacha, de la infancia de tu abuela…pero claro, no hay películas premiadas sobre eso, estamos muy lejos, entonces mi amor, tenemos que llorar por otros pueblos, y hacer nuestras las gestas de otros.

 

Fátima, Domingo 25 de julio: La esquina estaba mojada y la gente quería subir rápido al 57, Bob Dylan en el mp3 ayudaba a salir de la cola y pensar un rato en un lugar de sol y cañones colorados y montañas de colores y ríos como cintas verdes. Una vez en Buenos Aires, mejor, una vez en el departamento de Lola, ya sería otra historia, ya estaría a salvo, pero la travesía hasta llegar, la gente durmiendo, las luces tenues de adentro, los peajes, la lluvia de domingo, eran algo insoportable, la idea de la próxima hora le apretaba la garganta hasta impedirle tragar, con ese dolor casi gozoso previo al llanto que la atacaba cada vez más a menudo. ¿Qué pasa? Nada ¿ Nada?

Ya sentada, los dedos empezaron a apretar el botón del mp3 buscando otra música, algo que la sorprendiera, que la enamorara. Algún disco que no hubiera escuchado… a ver? O mejor leería, sí, sí ¿a ver que nueva perversión ofrece Tiberio en El Reino de los Réprobos? Uy apagaron las luces, debería haberlo previsto para no ilusionarse, bueno, busquemos un tema… ¿ Silvio? Tiene miedo de que sea demasiado triste, no no , no me conviene. Vibra el celu.

Emi, sí, cómo andás?, En una hora llego a Once. Y… vamos a tener que laburar toda la noche, ya está, ya nos tomamos el finde, y estamos en la deadline… en parte, mejor, para no colgarnos más con boludeces, vos andá yendo para lo de Lola, así empiezan. Yo digo porque entre que comemos y nos organizamos, vos te colgás con algo y nosotras nos quedamos como dos taradas esperándote, qué se yo…mirá que yo mañana laburo, a las nueve corto todo y me voy a laburar aunque no hayamos terminado, y después hasta las dos no podemos arrancar de nuevo…

Dice todo esto automáticamente, quisiera haberse puesto a contarle entrecortada por el llanto lo de esta tarde. El cana con cara de No te equivoques en lo que vas a decir, mirá que estamos en la comisaría, de acá podés no salir y ella sentadita del otro lado del escritorio, con su papá al lado, siendo dos sospechosos de asesinato, no, no, imposible y tan real, tan cercano, Xavier, que había dormido con ella la semana pasada, que le había dicho que últimamente ella lo ayudaba a vivir…qué débil y qué pelotuda se sentía, sentía la nada, la vergüenza, la humillación, el dolor, todo junto, veía la cara de Xavi cara con el respirador y ese ruido, y la cabeza con una venda como vincha, como un soldado de Vietnam de las películas. Todavía no se había muerto, pero Fátima sabía que no lo volvería a ver.

Y le dijeron que permanezca ubicable, como si pudiera escapar a algún lugar…

 

 Continuará